Un gran reto: Musicar literalmente una carta de despedida llena de emoción…
Corría el año 1915… la Madre Encarnación estaba postrada en la cama, desgastada de tanta entrega en favor de las huérfanas y niñas pobres de Cádiz… Escribiendo la obra de teatro, me topé con las palabras de despedida que escribió a la congregación franciscana que había fundado: «El Rebaño de María». 100 años después era un reto ponerle música literalmente. El Señor inspiró… Le pedí a MaryCarmen Barria que lo cantara y lo hizo excepcionalmente, Kiki Troia hizo los magistrales arreglos… Este es el resultado… un tema para recordar también a quienes ya no están entre nosotros y nos cuidan desde el cielo…