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Día: 24 de noviembre de 2008

Carta de un niño a su madre, por Pilar Cabanes.

Carta de un niño a su madre, por Pilar Cabanes.

En la línea de la entrada anterior, y para trabajar la fecha en la que estamos os dejo esta preciosa carta que ha escrito mi media naranja, Pilar (la de la foto). Soberbia pluma y magnífico dibujo de sentimientos y pesares ante la lacra de la violencia de género.

Todo es poco en esta batalla sin tregua.

Querida Mamá:

Hoy he tenido que hacer una descripción de ti en el colegio. Fui repasando, en la memoria, todas las partes de tu cuerpo. Tus ojos, lunas moradas que llueven. Tus mejillas, azules soles que nunca puedo besar, porque duelen…..Tus labios, perlas rotas, palabras inacabadas que esperan a ser halladas, liberadas…Tus manos, temblorosas gotas de rocío, que acarician mi cabello. Tu cuerpo, pintura impresionista a base de colores verdes, azules, rojos y morados. Collage en donde se ilustran puños, caricias, cuchillos, zapatos y besos. Tu sonrisa…..¡No me acuerdo, mamá! Quiero recordarla, de veras, la pienso, la sueño, la espero, la imagino, la venero, mamá. ¡Pero no la encuentro!

En cuanto a tus gustos, te encanta el mar para llorar a mares, sin que ninguno lo notemos. Te encantan las películas tristes para desahogarte sin preguntas…  Mamá, no me gusta hacer descripciones porque me pongo triste, demasiado triste…..Nadie me dijo que el dolor se plasmaría en tu perfil.

¿En qué rincón puedo encerrar esta tristeza que me grita, que me ahoga?

Yo quiero una madre sin lunas moradas, sin azules soles, sin manos que tiemblan, sin cuerpo a colores….Yo quiero una madre a la que no le tapen la boca cuando dice ¡NO QUIERO! Una madre a la que no la hunda el mar, ni la derribe el viento, ni veranee en los hospitales.Una madre que camine sola por la senda de su vida, sin verdugos.

Te prefiero sola, mamá.

¡Oh mamá, madres del mundo, mujeres, cuándo dejareis de estar ciegas! ¿Qué habéis conseguido con vuestro perdón? ¿Un desdén más visible, un desprecio más marcado?…

Cualquiera que sean los obstáculos para ser libres, podéis superarlos. Os basta con desearlo. ¡Deséalo mamá, por ti, por mí!

 Pilar Cabanes Jiménez

En pie de guerra contra la violencia de género.

En pie de guerra contra la violencia de género.

De los muchos documentos y artículos que pululan por la red en estos días, os dejo con una carta del amigo Carlos, un obispo con muchas luces, sobrada humanidad y una pluma exquisíta. ¡qué lástima que no lo hicieran papa en el último cónclave!

En la web de mi instituto www.iesbahiacadiz.net podréis ver las actividades que vamos a desarrollar para prevenir y aprovechar educativamente la fecha.

Os dejo con Carlos, un abrazo. NICO.

Para Dios, como buen Padre, lo más querido son siempre sus hijos. Cuida de ellos y los protege con la mejor de las ayudas: poniendo en el corazón de los suyos la ley del amor, del respeto al valor y dignidad de cada uno. Con una conciencia y unas normas de conducta moral que serán luz imprescindible para las relaciones entre las personas que fueron creación suya.

Lo que Dios ha engrandecido, la persona, el hombre y la mujer, que no lo empequeñezca el odio entre hermanos, la violencia entre ellos, la humillación del más débil, la indiferencia ante el dolor de quien vive en la misma casa, la injusticia de no reconocer los derechos inviolables de la persona.

Se ha llamado de muchas maneras: «violencia de género», «violencia doméstica», «violencia contra la mujer», «violencia machista»… La violencia es siempre una agresión injustificable, que no necesita apellido alguno para ser inadmisible y merecedora del mayor de los desprecios. Y no solo esa violencia a la mujer en el matrimonio, en la familia, en la casa, sino en el trabajo y en la misma sociedad.

La violencia de género es especialmente reprobable porque va unida a una tortura cruel, tanto física como moral, que acaba destruyendo a la misma persona y degrada las relaciones afectivas, matrimoniales, familiares y sociales. Una violencia y una tortura moralmente inaceptables, inhumanas y delictivas.

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