Abocados a tocar el bombo… el autobombo.
Hace poco alguién escribía en mi web, y en tono crítico, que los cantantes cristianos nos hacemos mucho autobombo, dando a entender que aprovechamos cualquier ocasión o recurso a nuestro alcance para difundir y promocionar nuestro trabajo. Y me pregunto… si no es así, si no promocionamos nuestro trabajo, si no lo movemos desde nuestras webs o correos electrónicos, o desde las webs amigas… ¿quién lo hará por nosotros?. ¿La cope? ¿Telecinco? ¿El pais? ¿El play boy? ¿El Corte Inglés? … Sin ayudas eclesiales, sin apoyos institucionales, sin discográficas católicas de peso, sin promoción, sin medios ni recursos, sin red de librerias o la cobertura de las tiendas de música y sin distribución … ¿Qué futuro le queda la música cristiana, especialmente en España? El artista cristiano, sin apoyos desde dentro, en su querida Iglesia, y con la mirada peyorativa desde fuera, de quienes viven al margen de la fe, se mueve en tierra de nadie, en una batalla quijotesca, donde los suyos no le reconocen como suyo y los otros lo ignoran y marginan.
Estamos abocados al autobombo, y que no falte el bendito bombo, porque «no tenemos abuela», y si no damos a conocer con todos los medios a nuestro alcance el mimado trabajo que hacemos, con tantos dolores de cabeza y sacrificios al bolsillo, este no llegará ni a la vecina de la esquina, y la música cristiana se perderá en el anonimato de una habitación sin vistas, como arte encarcelado sin explotar y sin ser medio y un servicio para la fe de tanta gente, que a duras penas, y a cuenta gotas, conoce la realidad de la música cristiana contemporánea. …